Que la muerte no decida por ti
La añoranza de una muerte pacífica e indolora se suma a la plegaria de aquellos que perciben a la muerte como un continuo indisoluble de la vida, mientras ella sardónicamente decide entre las mil formas que se le han adjudicado para llevarse a su próxima víctima.
Pareciera que todo el juego esta perdido y que la partida literalmente esta en sus manos, pero la decisión más importante ante este juego final es solo tuya. Si bien la parca podrá robarse una vida creyendo que ha ganado, el factor sorpresa esta de nuestro lado. Por una vida tenemos la oportunidad de regalar hasta 100 nuevos inicios, convirtiéndonos en el ganador absoluto.
Imagina la cara de la muerte cuando en el silencio y en la obscuridad, comienza a ver las luces de esperanza y a escuchar la gratitud de los corazones agradecidos; sabrá con firmeza que ha perdido. Si todos y cada uno le robamos esa última decisión y reafirmamos con la familia nuestro deseo de convertirnos en donantes reales de órganos y tejidos, comenzaremos a construir una telaraña infinita de vida, donde los alteres se convierta en pequeños mausoleos que veneren la vida y no recuerden la muerte. Donde cada hogar venere el amor sincero y desinteresado por un semejante y donde cada rostro pertenezca a un héroe.
No permitas que la muerte decida por ti y te lleve con ella a la tierra del olvido, toma la decisión de ser donante, comparte con tu familia tu deseo y prepárate para ganar la batalla al regalar vida y arrebatarle el protagonismo a la muerte.