Fentanilo la realidad inherente


El aumento en el consumo de fentanilo en México es un llamado de atención.

 

 


El fentanilo es un opioide sintético que ha ganado notoriedad en los últimos años debido a su alta potencia y al incremento de casos de sobredosis asociados a su consumo. El fentanilo es sumamente potente, entre 50 a 100 veces más fuerte que la morfina. Su uso médico está indicado para el tratamiento del dolor severo, especialmente en pacientes oncológicos o en cuidados paliativos. Sin embargo, su uso indebido y su venta ilegal han convertido al fentanilo en una droga de alto riesgo, responsable de miles de muertes por sobredosis en el mundo. En México, aunque el consumo de fentanilo aún no alcanza los niveles observados en otros países, las tendencias indican un aumento preocupante que merece la atención de la sociedad en su conjunto.​

Según datos del Consejo Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), en 2023 se registraron 430 casos de atención por consumo de fentanilo en México, un aumento significativo en comparación con los 333 casos reportados en 2022. Estas cifras se concentran principalmente en estados del norte del país, como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Aunque este incremento es a nivel local y no nacional, la principal preocupación radica en la alta letalidad del fentanilo. ​

Cuando una persona consume una dosis excesiva de fentanilo, ya sea de forma voluntaria o por exposición a productos contaminados, el sistema nervioso central y la función respiratoria se deprimen drásticamente. El fentanilo disminuye la sensibilidad del cerebro al dióxido de carbono, lo que provoca una respiración superficial o la suspensión completa de la respiración (apnea) y posterior falta de oxígeno (hipoxia). Sin intervención rápida, esto puede causar daño cerebral o la muerte. El paciente puede entrar en un estado de somnolencia profunda o coma. No responde a estímulos verbales ni físicos. La actividad del corazón se ralentiza peligrosamente, disminuyendo el flujo de sangre y oxígeno al cerebro y otros órganos vitales. Las pupilas se contraen hasta parecer puntos diminutos (miosis extrema). Si no se administra un tratamiento inmediato, el paciente puede entrar en paro y fallecer en minutos.

En una entrevista reciente, Rick Harrison, conocido por el programa "El Precio de la Historia"; compartió el profundo dolor que ha experimentado desde la pérdida de su hijo Adam Harrison quien falleció el 19 de enero de 2024 a los 39 años debido a una sobredosis de fentanilo; mencionando que "pienso en él todos los días". Explicó que Adam había enfrentado problemas de adicción desde sus veintes, y que, a pesar de múltiples intentos de rehabilitación, siempre recaía. ​ Rick también expresó la constante autocrítica que siente, cuestionándose si podría haber hecho algo diferente para ayudar a su hijo.

A través de este ejemplo podemos entender que la familia juega un papel fundamental en el proceso de rehabilitación de las personas con adicciones. Un entorno familiar comprensivo y solidario puede ser determinante para el éxito en la recuperación. La participación activa de los familiares en terapias y programas de apoyo no solo beneficia al individuo en tratamiento, sino que también ayuda a sanar las dinámicas familiares afectadas por la adicción.

El aumento en el consumo de fentanilo en México es un llamado de atención para fortalecer las estrategias de prevención y tratamiento de adicciones. La implicación activa de la familia en estos procesos es esencial, ya que proporciona el apoyo emocional y estructural necesario para que las personas afectadas puedan superar la adicción y reintegrarse de manera saludable a la sociedad.

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