Las Mujeres en Medicina
En el 2021 conforme a los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en México el 46% de los médicos son mujeres y este pasado febrero del año en curso, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) egresó a 2 mil 715 médicos especialistas. Pese a que las mujeres representan alrededor de dos terceras partes de las personas empleadas en el sector salud de nuestro país, solo el 6% de ellas ocupa posiciones directivas; siendo el 20% el promedio a nivel internacional, lo que coloca a México por detrás de la tendencia mundial en liderazgos femeninos en el ámbito sanitario; donde otro dato curioso es la disparidad de sueldo; sobre todo en puestos directivos, donde la brecha es en promedio de 18.33%.
Si bien ahora no recurrimos al disfraz y podemos ataviarnos con batas médicas al igual que nuestros colegas masculinos, la realidad es que aún no se logra el estatus de igualdad. Hemos triunfado en que se reconozcan nuestras habilidades, sin embargo, las discriminación de género persiste y permea en todo el gremio, pasando desde ser mal visto embarazarte mientras estudias tu especialidad (residencia médica), hasta delegarnos ciertos puestos por la supuesta incompetencia al tener que lidiar con las labores del hogar y los niños. Esto ha hecho que las doctoras tomen decisiones de postergar la maternidad o inclusive no considerarla al preferir el desarrollo profesional, en donde el mismo gremio exige un desarrollo paralelo a las labores idílicamente realizadas por nuestro género.
Sin embargo, y pese a las barreras impuestas, día a día escuchamos de mujeres maravillosas que rompen paradigmas y logran posicionarse en las esferas más altas de la sociedad médica; por mencionar solo un ejemplo la doctora María del Sol García Ortegón, quien se convirtió en la primera mujer cirujana cardiovascular en realizar un trasplante de corazón en México y la primera en América Latina en realizar una cirugía robótica de corazón.
No se puede negar que es palpable la presencia femenina en la medicina, que día a día luchamos por conquistar esa igualdad profesional que se nos ha delegado desde el principio de la historia y que con paso lento pero seguro y a través de miles de historias de éxito, hemos logrado vislumbrar como una gran hermandad que sin duda alguna llego para aportar mucho más y de manera inigualable al ya de por sí fantástico mundo médico.